domingo, 29 de abril de 2012

variedad

Con Nacho el sexo era animal, fuerte, extenuante. Una guerra en la que yo fingía perder contra su fuerza y el pretendia que no era yo quien manejaba la situacion. Mucho, mucho tiempo, duraba horas, hasta que ya no me respondia el cuerpo o las luces del alba me mandaban a casa.
Con Augusto el sexo fue producto del cariño, dulce, tranquilo, risueño y divertido. Roces sonrisas caricias amontonadas. No teniamos tiempos definidos, todo el dia era propicio para el placer de darnos placer, cualquier hora, cualquier lugar. El decia que era porque ambos eramos unos calentones, en realidad era porque nos queriamos tanto que no alcanzaban las palabras.
Nacho y yo nos conociamos tanto, que todo estaba perfectamente orquestado, no habia forma de escapar de las trampas del otro, y de todas maneras nunca quisimos escapar de ellas. La maestria con la que me tenia en vilo antes de tocarme, gimiendo de deseo aun antes de sentir sus manos sobre mi, era impresionante.
Tuvimos grandes aventuras con Augusto, pero siempre terminaba en esa imagen de publicidad de pelicula rosada: los dos abrazados, durmiendo desnudos, no importaba donde empezaba su piel y donde terminaba la mia, un solo corazon recuperandose de los saltos del amor.
Nacho es el diablo en persona, seguro, seductor, tranquilo y calculador. Un lobo con piel de cordero. Un hombre de traje que con un chasquido te tiene a sus pies.
Augusto es un principe disfrazado de malhechor, dulce, amable y feliz. Un robin hood moderno. Un valiente caballero que te hipnotiza con su mirada color primavera, hasta que decidis dar todo por hacerlo feliz.

Mi amiga Sally dice que la tercera es la vencida. Esperemos que si... Un tercer hombre en mi vida... no puedo esperar a meterlo entre mis sabanas

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